El mundo de los insectos comestibles ha experimentado recientemente una revolución significativa con la entrada en vigor del nuevo reglamento Novel Food en 2018. Este reglamento ha transformado profundamente el panorama de este sector emergente. Ha impuesto normas de calidad y seguridad, al tiempo que ha allanado el camino para un reconocimiento oficial. En este artículo exploraremos su impacto en el desarrollo del mercado de insectos comestibles, destacando los avances, desafíos y oportunidades surgidos desde 2018.
¿Por qué los insectos comestibles están incluidos en el reglamento?
El reglamento Novel Food tiene como objetivo regular la introducción de nuevos alimentos y procesos de transformación agroalimentaria en el mercado europeo. Fue adoptado por primera vez por la Unión Europea en 1997. El texto original buscaba limitar la entrada masiva de organismos modificados genéticamente (OGM) provenientes de América del Norte y del Sur en nuestra dieta. El reglamento fue modificado en 2015 y luego en 2018 para modernizar y simplificar los procedimientos de autorización. En más de una década, menos de diez solicitudes de Novel Food lograron ser aprobadas. Sin embargo, esta simplificación pretendía mantener y garantizar un alto nivel de protección de la salud humana. Los insectos comestibles, como una fuente emergente de proteínas, fueron incluidos en este reglamento para regular su calidad y origen.
La normalización de los insectos como alimento
El reglamento Novel Food ha proporcionado una legitimidad muy necesaria para la industria de los insectos comestibles. Hasta entonces, operaba en un vacío legal que ponía a todas las empresas en igualdad de condiciones, independientemente de sus prácticas. Al establecer normas estrictas de seguridad alimentaria, ha ayudado a disipar los temores y prejuicios asociados a estos alimentos. Las empresas se han visto incentivadas a cumplir con estas normas, fortaleciendo así la confianza de los consumidores. Desde 2018, alrededor de diez especies de insectos han recibido autorización para ser comercializadas. Esto asegura que su crianza cumpla con las normas actuales de la industria agroalimentaria. Adiós a las arañas, chinches acuáticas gigantes y otros insectos exóticos recolectados de su entorno natural. Estos productos ya no podrán comercializarse sin controles sanitarios. Sin embargo, se ha observado que no todos cumplen con las normas.
Impulso a la investigación y la innovación
Uno de los aspectos positivos del reglamento ha sido el estímulo que ha dado a la investigación y el desarrollo dentro del sector. Las empresas han invertido más en el desarrollo de nuevas tecnologías de cría. Se han desarrollado métodos innovadores de transformación y productos derivados, todos ellos cumpliendo con los estrictos requisitos de seguridad alimentaria impuestos por el reglamento. Cabe destacar la empresa francesa Ynsect, que se ha consolidado como una de las líderes en el mercado mundial de la producción de insectos comestibles. Sus productos van desde insectos deshidratados enteros hasta proteínas texturizadas, que quizás tengas la oportunidad de probar algún día.
Diversificación de productos a base de insectos comestibles
El reglamento Novel Food también ha contribuido a ampliar la gama de productos a base de insectos comestibles en el mercado. Desde barritas energéticas hasta galletas para aperitivos, las empresas han innovado diversificando sus ofertas para atraer a un público más amplio. Esta diversidad ha abierto nuevas perspectivas para los consumidores, facilitando una integración más fluida de los insectos comestibles en su dieta diaria. Sin embargo, persisten ciertas dificultades, especialmente desde el punto de vista financiero, para la introducción en el mercado de otras especies de insectos comestibles. De hecho, el procedimiento de homologación es muy costoso y generalmente requiere varios años.
El impacto en la confianza de los consumidores
La legitimación proporcionada por el reglamento ha jugado un papel crucial en el fortalecimiento de la confianza de los consumidores y de los actores de la cadena agroalimentaria, desde los productores hasta los distribuidores. Saber que los insectos comestibles están sujetos a rigurosos controles de seguridad alimentaria ha tranquilizado a un público inicialmente escéptico. Así, las empresas han podido conquistar nuevos mercados y ampliar su base de consumidores.
Los insectos comestibles están listos para despegar
En conclusión, el reglamento Novel Food ha sido, sin duda, un catalizador importante para el desarrollo del mercado de los insectos comestibles. Al normalizar esta fuente de proteínas, ha aumentado la aceptación pública y ha estimulado la innovación en el sector. Sin embargo, persisten desafíos, especialmente para los pequeños actores con recursos limitados. Es esencial encontrar un equilibrio entre la regulación necesaria para garantizar la seguridad alimentaria y la creación de un entorno propicio para la diversidad y la competitividad en este sector en rápido crecimiento. En última instancia, la reconciliación entre los insectos comestibles y la regulación abre el camino hacia un futuro prometedor para esta industria sostenible e innovadora.
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